La Fundación Dharma organiza un viaje para conocer de primera mano el
impacto de la ayuda humanitaria en algunos puntos fuera de las rutas
convencionales del país
La Fundación Dharma permite experimentar una forma diferente de viajar a
la India, recorriendo el «Triángulo de Oro», Agra, Jaipur y Nueva
Delhi, y viviendo en primera persona cómo funciona un proyecto
humanitario. Solo veinte personas podrán disfrutar de ello junto al
equipo de la Fundación Dharma.
Desde el 30 de septiembre hasta el 13 de octubre la Fundación y su
director general, realizarán por séptimo año consecutivo esta
experiencia donde además de conocer la espiritualidad de India, sus
templos, sus gentes, sus monumentos y su gastronomía, podrán ser
testigos del poder de transformación que tiene la ayuda humanitaria en
algunos puntos fuera de las rutas convencionales. El viaje se
desarrollará dos días en Agra, cuatro en Vrindavan donde se encuentra la
sede de la Fundación, tres días en Jaipur y tres días en Nueva Delhi.
Un viaje en el tiempo visitando en primer lugar Agra, capital del
imperio mongol y donde se encuentra uno de los edificios más bellos de
la arquitectura mundial, el Taj Mahal; además de visitar el Fuerte Rojo.
Posteriormente, en Jaipur conocida como «la ciudad rosa», se visitará
el Palacio de la Ciudad, el Fuerte de Amber y el Palacio de los Vientos,
además de poder ver una película de Bollywood en el cine más famoso de
India y una función de teatro de marionetas típicas de Rajasthan.
Finalmente, se visitará Nueva Delhi, donde podrán admirar los minaretes
de Jama Masjid, el Fuerte Rojo, la Tumba de Humayuns, el Qutub Minar, el
Templo de los Sikhs, y la casa de Mahatma Ghandi.
Ser testigo del cambio: Vrindavan
A medio camino, el viaje reservará una parada en Vrindavan, la tercera
ciudad más sagrada de la india con 5000 templos y sede de la Fundación
Dharma. En este enclave, el viajero podrá conocer de primera mano el
trabajo que llevan desarrollando desde hace trece años la Fundación,
visitando los dos colegios de primaria y secundaria que tienen
escolarizados a 2.200 niños y niñas que reciben, además de educación,
comida diaria y asistencia médica.
Durante estos cuatro días de estancia en Vrindavan, compartirán con los
niños múltiples experiencias, participando en sus actividades, danzas, y
sonrisas hasta después de las 15 horas, cuando el colegio abre sus
puertas y da de comer a todos los niños con menos recursos de la ciudad
mientras los alumnos mayores enseñan a leer y a escribir a los que no
tienen plaza en la escuela. En este enclave, también visitarán dos
proyectos en construcción, una guardería para 300 niños, un hospital con
12 camas, y los pozos de agua potable que abastecen a más de 50.000
personas.
FUENTE: ABC.ES
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